Sensaciones... son motivos, son inquietudes, son falsedades, son tristezas, y si les pones color... son alegrías, que desea tu mente crear que las sensaciones no sean receptivas y precisas para elevarte o pegarte al suelo.
¿Amas a alguien aunque no esté? ¿aunque no lo veas, aunque no lo sientas, aun cuando existan murallas de por medio que te aislen y te alejen? cierra los ojos... respira profundo.. y conduce una secuencia de imágenes nítidas, transparentes e impulsivas acerca de esa situación que día a día no te permite dormir, no te permite olvidar, no te permite estar..
Abre la ventana del ensueño y disfruta en su jardín, duerme en el lecho de la ensoñación, y flota en el ambiente inexistente del sentir, moldea suave y profusamente una imagen, un ser, una esperanza, una alegría, una ilusión, es fuerte cual pesada somnolencia, furtiva cual suspiro enamorado, es versátil como aroma en primavera, o lejana como el horizonte sin fin, deliciosamente dulce como la miel de unos besos, como el calor de unos abrazos, como la ternura de un ser, como el pasado que se fue furtivamente entre los años y el recordar que ya no está, pasa el tiempo... los momentos.... las horas y cada día es más lejano el ayer.
Me he leido todas tus entradas, la verdad es que coincido en muchas reflexiones contigo. Lo que escribes es precioso, me emociona :)
ResponderEliminarUn beso, M.
Puedes amar a alguien cuando no esté pero si ya lo has amado cuando sí estaba; pero no se puede amar a alguien simplemente por el hecho de pensar en su ideal, porque lo que se siente es una sensación por descubrir un misterio y, cuando los descubres, ese ideal se va por donde ha venido...¡Peor! Se queda para recordarte un tiempo que has vivido engañado.
ResponderEliminarMuchas gracias me encantas que leáis el blog y encima comentéis, es muy gratificante para mi.
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